
¿Qué son y cómo funcionan los intereses?
Para nadie es un secreto que al momento de buscar un préstamo para cubrir alguna necesidad es más fácil pedírselo a un familiar o amigo que recurrir formalmente ante una entidad financiera. Cuando solicitamos un crédito al banco debemos cumplir con una serie de requisitos, entre ellos está el de devolver la cantidad del préstamo más un monto adicional, este extra que se paga es el correspondiente a la tasa de interés.
Para comprender el tema, primero comenzaremos definiendo qué es una tasa de interés. Los intereses siempre han estado estrechamente relacionados con el tiempo y el dinero, por tal motivo, en el ámbito económico, bancario y financiero, la tasa de interés se maneja como una cantidad de dinero que es abonada en el tiempo como resultado del capital invertido.
A efectos de un préstamo, la tasa de interés es simplemente el cobro de un porcentaje (previamente definido) por el uso de una suma de dinero, en este caso por el otorgamiento de un crédito. Dicho porcentaje, se traduce en el pago de una porción de dinero adicional al monto total del préstamo, el cual va a ir sumado a las cuotas de pago durante el cobro del crédito en cada una de sus quincenas o mensualidades.
Por otra parte, cuando los intereses no son resultantes de un crédito sino de una cuenta de ahorros o inversión a largo plazo, el ahorrista podrá disfrutar de estos intereses a su favor con un porcentaje de ganancia mensual. Esta ganancia se calcula proporcionalmente entre la cantidad de dinero invertida y el plazo de tiempo acordado para la transacción.
Tipos de tasa de interés
Los intereses tienden a variar dependiendo del tipo de operación que se realiza, en términos financieros estas son las 5 tasas más frecuentes:
Activa: Monto que cobra una persona o entidad crediticia por el préstamo de una suma de dinero.
Fija: Tasa de interés que es aplicada mientras transcurre el tiempo de repago del crédito, el valor de este porcentaje no sufre variación y es fijado desde la etapa de concertación del préstamo.
Flotante: Intereses que se pagan durante toda la vida útil de un crédito, estos fluctúan alrededor de una tasa de interés referencial.
Pasiva: Es aquella que el banco paga a sus usuarios por los recursos que han depositado y que le han generado a la institución ganancias o rendimiento.
Al rebatir: Tasa de interés aplicada directamente sobre el saldo adeudado, lo que significa que mientras más cuotas del préstamo pagues menor serán los intereses.
Es importante que las pequeñas y medianas empresas estén muy atentas a las tasas de interés que son aplicables a las grandes compras de insumos o a la adquisición de nuevos préstamos, ya que en estas ocasiones el cobro puede resultar mucho más perjudicial que beneficioso.