
Robo de Identidad
La falta de cultura y conciencia ciudadana con relación al tema de seguridad y manejo de información personal, es una de las principales deficiencias dentro de nuestra población.
Hasta hace poco, el utilizar tarjetas de débito o crédito era una práctica completamente segura; sin embargo, actualmente el riesgo de robo de identidad y el fraude con instrumentos financieros ha tenido un aumento desmedido, llegando al punto de convertirse en los delitos más comunes y con más cantidad de víctimas ganadas en el país.
¿Qué es el robo de identidad?
Es un delito en el que el estafador se vale de técnicas de fraude y engaño, para sustraer datos confidenciales o información sensible de una persona, con la finalidad de usar dicha información para efectuar operaciones ilícitas en beneficio propio.
En los robos de identidad, el atacante busca la forma de obtener información específica que les ayude a cometer el acto delictivo usurpando la identidad de su víctima, por ejemplo: números de identificación, seguridad social, tarjetas de crédito y contraseñas.
El propósito de esta acción es netamente ilegal, y su alcance puede ser tan amplio como el atacante lo quiera. Algunos lo utilizan para conseguir préstamos, retirar dinero o acceder a cualquier otro producto financiero; mientras que otros tantos, aprovechan la ventaja para comprar toda clase de artículos por internet, dejándole a sus víctimas muchísimas deudas por pagar.
¿Qué hay detrás de un robo de identidad?
En el robo de identidad se involucran diversas técnicas de ingeniería informática y social, una de las más conocidas es el Phishing; un tipo de fraude cibernético del que hablamos en artículos anteriores (te dejamos el link si quieres consultar más información sobre este tema https://bit.ly/3lTSWFL).
Cuando el delincuente finalmente recopila toda la información que necesita, tiene acceso ilimitado a las cuentas, productos y servicios en línea de su víctima, lo que significa que puede controlar por completo tanto la actividad digital como las transacciones económicas de esa persona.
Aunque la falta de denuncias sobre el robo de identidad no permite tener estadísticas concretas, se calcula que México ocupa el tercer lugar dentro del continente americano con la tasa más alta en robo de identidad.
¿Qué personas son más vulnerables al robo de identidad?
Para los delincuentes cada persona es una víctima potencial sin importar género, edad o clase social. Se cree que los defraudadores “agrupan” a las personas por su edad; los más jóvenes (18 - 25 años) que son también los más activos en redes sociales, caen en trampas perfectamente orquestadas a través de publicaciones, chatbots y solicitudes de amistad. Por su parte, las personas de mediana edad (25 - 40 años) suelen ser atrapadas vía mensaje de texto, en los que supuestamente han ganado un premio o en los que deben dar solución inmediata a inconvenientes con sus compras online.
Las víctimas en edades comprendidas entre los 40 y 65 años, son engañadas por correos electrónicos, por ejemplo: respondiendo correos de instituciones bancarias falsas o llenando formularios para aceptar créditos ficticios. Con los adultos mayores aplican una de las técnicas más antiguas, las llamadas telefónicas; donde le piden que suministren sus datos para reforzar el nivel de seguridad de sus cuentas o que aclaren alguna información personal, aprovechándose de temas delicados para ellos como lo son: la seguridad social y la salud.